Dicen que los accidentes no existen.
A veces, la realidad nos estalla en la cara.
Otras veces, se nos aparece poco a poco, a pesar de nuestros esfuerzos por ignorarla. Nos labramos nuestra propia suerte y decimos que es la casualidad, y que mejor escusa para escojer un camino, que empeñarnos en que es nuestro destino. Pero al final del día todos tenemos que vivir con nuestras decisiones, independientemente de quien nos acompañe.
A veces tu alegría es la fuente de tu sonrisa, pero a veces tu sonrisa es la fuente de tu alegría
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario