A veces, cuesta ver las rayas que trazamos hasta que las cruzamos. Ahí es cuando confiamos en nuestros seres queridos, como nuestros amigos, para que nos rescaten y nos den algo a lo que aferrarnos.
Y también, están las rayas claramente marcadas, aquellas que si te atreves a cruzar, tal vez nunca encuentres tu camino de vuelta.
A veces tu alegría es la fuente de tu sonrisa, pero a veces tu sonrisa es la fuente de tu alegría
jueves, 4 de agosto de 2011
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